Por: Gerencia de Comunicación y Marketing Cubadeportes S.A y David Stirliz

En la tarde de ayer, el Coliseo de la Ciudad Deportiva, gracias al aseguramiento logístico de nuestra Sociedad Mercantil, acogió el encuentro entre las selecciones de Cuba y Puerto Rico por la ventana mundialista de FIBA Américas con vistas al campeonato del Orbe en 2023. Cuba se despidió de su afición con otra derrota, aunque esta vez se acercó a lo que se espera del equipo.

Los dirigidos por Eduardo Moya estuvieron más acertados en ofensiva que ante México, pero la defensiva fue el talón de Aquiles del elenco, otra vez. Jasiel Rivero (13+4+4) mejoró con respecto al partido anterior en cuanto a carácter, liderazgo y atrevimiento, pero mostró un nivel muy por debajo a lo que vemos de él en España. 

Marcos Chacón (11+2) volvió a sobresalir pese a sus 18 años, mientras que Neysser Coutin (8+6+2) aportó también a la causa cubana. 

El equipo se vio desconectado a la hora de defender su aro y aunque los puertorriqueños estuvieron poco atinados, les bastó para ganar el encuentro. En el tercer cuarto, tras ir ganando 36-31, volvieron a cuajar un tercer periodo nefasto.

Los boricuas se llevaron el parcial 21-11 y no volverían a perder la punta. Solo en un momento estuvieron empatados a 56, pero duró poco, pues los visitantes encadenaron par de acciones ofensivas para desequilibrar el encuentro por completo.

Por otro lado, se vieron las graves deficiencias que hay cuando los cubanos van a la línea de libres. Anotaron 7 de 17 intentos para un pobre 41.2%. Su contrapartida, encestó 9 de 11 para un 81.8%. Los más destacados por Puerto Rico fueron Jezreel de Jesús (21 puntos) y Christopher Ortiz (16+4).  

De esta forma, Cuba culmina esta segunda ventana mundialista con dos derrotas y ostenta récord de 0-4. La próxima fecha será en junio y los antillanos, matemáticamente, aún tienen posibilidades, pero ya no dependen de ellos y deben mejorar su juego en muchos aspectos.